sábado, 27 de noviembre de 2010

25º Festival de Cine de Mar del Plata: balances


Versión seria

-Fui por cuatro días, pero pude hacer todo lo que me propuse. Tres cosas, concretamente: ver Scott Pilgrim y Gainsbourg, y entrevistar a John Sayles.

-Si bien no había demasiados turistas en La Felíz, las salas se llenaban, especialmente en las funciones nocturnas.

-Una vez más, se nota en la programación el sello del director del festival: José Martínez Suárez, un cineasta que ama las historias bien contadas.

-Felicitaciones a los programadores por proyectar la maravillosa Scott Pilgrim en 35mm. Esta película no se estrenará en salas comerciales, pasando directo a DVD.

-Excelente la retrospectiva sobre cine australiano de los ’70 y ’80. Si bien no pude ver ninguna (salvo las que vi en otro momento de mi vida, como Cocodrilo Dundee), me dijeron que las copias eran de lo mejor. Casi incluyen la trilogía Mad Max, pero no pudo ser, snif.

-Buenísima la retrospectiva sobre John Hughes. Lástima que las películas se hayan proyectado en DVD.

-Nos visitaron John Sayles y Hart Hartley, dos referentes del cine independiente estadounidense.

-Y también nos visitó el actor que humanizó a un ángel y a un demonio: Bruno Ganz.

-Teniendo en cuenta la calidad de Aballay y de Fase 7 (que no pude ver todavía), el cine argentino de género pasa por un momento más que interesante.

-A Sala Llena tuvo mucha presencia en el festival, tanto en prensa como en la organización.

-En algunas películas, los subtítulos electrónicos se cortaban durante un rato largo. Si no sabías algo de inglés, chau. Hay que corregir eso.

-Fue una excelente oportunidad para reencontrarme con amigos a los que no veía desde hace tiempo (Juan Schmidt) y conocer nuevos (Gabriela Avaltroni, Oscar Jalife).

-Conocí en persona a Alejandro Torrada, quien suele grabar mis participaciones en El gato de las nueve colas.

-Buenísima la merienda con De Caro y El Cinéfilo.

-Jerzy Skolimowsky tiene toda la onda.

-Vaya mi agradecimiento para las siguientes personas: José Luis De Lorenzo, Rodolfo Weisskirch, Romina Gretter, Carlos Rey, Tomás Luzzani, Emiliano Román, Gabriela Avaltroni, Sebastián De Caro, El Cinéfilo, Cynthia Sabat, Horacio Chiaramonte, Elizabeth Levitsky, Silvia Romero, Fabián Sancho, Mercedes Benítez, Hernán Obregón, Juan Schmidt, Oscar Jalife, Pablo Conde, Lola Silberman, Fernando Spiner, John Sayles.

Versión POCO seria

-El jueves 18, en el viaje de ida, pasaron la divertida comedia ¿Qué pasó ayer? Justamente yo me hice la misma pregunta el domingo siguiente. (Ya llegaré a eso)

-¿Por qué mudaron tan lejos a la Terminal?

-Como de costumbre, muy lindas mujeres por todos lados.

-Me quedé con muchas ganas de conocer a las amigas de Paz.

-El clima estuvo bárbaro. Pude hacerme una escapada a la playa. Al menos metí los pies en el agua, aunque se me mojó casi todo el pantalón.

-Insisto: sos hermosa, Cyn.

-Insisto: ¡Qué linda es Lola Silberman!

-Sobre lo sucedido el sábado 20 en el Auditórium, luego de la entrega de premios, y que me involucra a mí, Matías Orta... Ya se están contando bocha de historias, con mucho de inventado. Es evidente que nació una leyenda urbana. Pero bien vale aclarar ciertos puntos. Sí, tomé de más. Sí, abracé chicas, pero no les toqué las tetas. Sí, recuerdo que en determinado momento anduve con el torso desnudo, en parte porque mi remera quedó manchada de vino (“No aclares que oscurece...”). Sí, vomité, pero no en la alfombra roja (aunque admito que hubiera sido memorable). Es verdad que digo esto teniendo en cuenta lo que recuerdo de esa noche, que la pasamos de puta madre. Si Macri puede derrapar en su boda (incluso cuando está de servicio), ¿por qué yo no?


jueves, 25 de noviembre de 2010

Scott Pilgrim Vs. Los Siete Ex de la Chica de sus Sueños

Romántica, graciosa, fantasiosa, extravagante, fresca, impredecible, original, tierna, musical, animal, popera, vibrante, inolvidable. Son sólo algunas de las palabras que le corresponden a Scott Pilgrim Vs. The World (tal es su nombre original).

En medio del luto posterior al rompimiento con su anterior novia —una estrella pop—, Scott Pilgrim (Michael Cera, antigalán por excelencia, junto a Jesse Eisenberg) comienza a salir con una chica oriental de secundaria, pero al mismo tiempo queda embriagado de amor cuando conoce a Ramona Flowers (Mary Elizabeth Winstead, distinta a otras veces pero siempre hermosa), recién llegada a la helada pero vibrante ciudad de Toronto. Entre el joven músico desempleado y la misteriosa chica que gusta teñirse el pelo de colores nacerá una relación. Pero hay un pequeño tema: los siete ex novios de la muchacha aparecen para atacar a Scott, quien, lejos de acobardarse, luchará por lo que más ama.

Basada en el comic de Bryan Lee O’Malley, película tiene una inigualable estética roquera, de dibujo animado (sobre todo animé) y de videojuego, dentro de un contexto de cuasi estudiantina: onomatopeyas y otros efectos sonoros escritos en pantalla —Riiing, etc.—, espectaculares peleas estilo Street Fighter y Mortal Kombat, y hasta elementos de Donkey Kong; chistes tontos y físicos, y otros dialogados e inteligentes (imperdible parodia de Seinfeld). Los recursos cinematográficos utilizados incluyen pantalla dividida en varias partes, secuencias animadas, montaje furioso e inusual (siempre dentro de una lógica interna muy bien pensada), con elipsis en los momentos menos pensados.

El culpable mayor de esta maravilla es Edgar Wright. Nacido en 1974, venía de dirigir genialidades como Muertos de risa (título argentino de Shawn of the Dead) y Arma fatal (título argentino de Hot Fuzz). Ninguna de las dos se estrenó en cines en este país, pasaron directo a video y DVD. Lo mismo sucedería con Scott Pilgrim, la obra cumbre de Wright, el punto máximo de su capacidad narrativa y imaginativa. Otra vez tenemos personajes que deben arreglárselas para sobrevivir en medio de una situación adversa, convirtiéndose, sin proponérselo, en héroes inesperados, con los que el espectador se puede identificar desde el vamos. Menos mal que el realizador es co-guionista de la película sobre Tin Tin que prepara Steven Spielberg: por fin una película en la que está involucrado se estrenará seguro en todo el planeta, y en salas 3D.

Además de los protagonistas, se destacan Kieran Culkin como el insaciable pero comprensivo amigo gay de Scott; Anna Kendrick como la hermana, y Alison Pill, la cínica baterista de la banda del protagonista, y Aubrey Plaza, la empleada que se la pasa insultando. Por el lado de los ex de Ramona, Jason Schwartzman se luce haciendo de manager megalómano. Y aparecen dos actores que interpretaron o interpretan a superhéroes cinematográficos: Brandon Routh (el Hombre de Acero de la fallida Superman regresa) en el rol de un bajista ultravegetariano, y Chris Evans —Antorcha Humana en Los cuatro fantásticos y su secuela, y el flamante Capitán América en el film a estrenarse en 2011—, como una estrella de acción con poca paciencia.

Debido a su no estreno comercial en Argentina, es bueno que en este festival el público tenga la chance de ver esta obra maestra en 35mm.

Scott Pilgrim demuestra que las historias de amor nunca dejarán de ser interesantes, sobre todo si se encuentra una manera novedosa para contarlas, y que, como dice Pat benatar en su famosa canción: Love is a Battlefield.


(Nota publicada originalmente en A Sala Llena)

Gainsbourg-Vie héroïque

Aunque no lo parezca, hasta las nuevas generaciones saben quién es Serge Gainsbourg. Compositor, cantante, actor, cineasta, y, sobre todo, mujeriego. Su vida y su obra se volvieron legendarios, y la ópera prima de Joann Sfar los muestra de una manera fresca y novedosa.

La película comienza desde la niñez de Serge (Éric Elmosnino, igualito a S.G.), cuando todavía se llamaba Lucien Ginsburg y debía llevar una Estrella de David por ser judío en tiempos de la Segunda Guerra Mundial, y se extiende hasta su etapa conocida como Gainsbarre, cuando usaba barba, tomaba en exceso y se la pasaba de parranda en discotecas. Por supuesto, sus grandes hitos son plasmados en la pantalla: la creación de “Je t’aime” (tema que conoce casi todo el mundo), su polémica versión de la Marseillaise, en clave de reggae Serge fue uno de los pioneros en experimentar con distintos géneros musciales en Europa, la relación con sus hijos, y sus principales colaboradoras, amantes y musas: Juliette Greco (Anna Mouglalis), Brigitte Bardot (Laetitia Casta) y Jane Birkin (Lucy Gordon). Las tres, excelentemente caracterizadas. Las tres, pura belleza y sensualidad. También aparecen Élisabeth Levitzky (Deborah Grall), su primera esposa, y la por entonces cantante pop juvenil France Gall (Sara Forestier).

Es curioso ver a Claude Chabrol como el productor de Serge. Este film es el trabajo póstumo del prestigioso director, y también de Lucy Gordon, quien se suicidó el año pasado.

Sfar es un reconocido guionista y dibujante de comics, y inventiva convierte a lo que podría haber sido un biopic del montón en un fascinante delirio visual, en función de uno de los temas centrales del film: la cara, la peculiar cara de Gainsbourg, con la que tuvo un complejo desde niño. Por eso hay visiones de caras gigantes que lo persiguen (un ser parecido al hombrecito narigón de La pantera rosa) y hasta un alter ego demoníaco, alto, de nariz y orejas desproporcionadas, interpretado por Doug Jones, especialista en componer criaturas en películas como El laberinto del fauno y Hellboy. Este nivel de locura audiovisual tal vez se pueda comparar con Frida, de Julie Taymor, pero de todas maneras el trabajo de Sfar es audaz, imaginativo, alegre, peligroso, dramático, tierno, muy sexual, muy inspirador. Como Gainsbourg, bah.

Sin dudas, Gainsbourg-Vie héroïque es una de las obras maestras del cine francés, del cine europeo y del cine mundial en lo que va del siglo XXI.

(Nota publicada originalmente en A Sala Llena)

jueves, 18 de noviembre de 2010

La Cosa 171


¡Salió el nuevo número de La Cosa! Escribí una nota sobre El inmortal, policial francés con Jean Reno, producido por Luc Besson, y también aparece una entrevista que le hice al guionista Andrés Gelós, creador de la serie KDABRA.

domingo, 14 de noviembre de 2010

TH♥M


Si bien muchos me conocen mayormente por notas periodísticas en medios como La Cosa y A Sala Llena, mi lugar en el mundo en la ficción. Algunos de mis cuentos están en este blog (Pueden leerlos acá), y en Revista Axolotl.

Ahora, para todos aquellos corazones rotos, llegó TH♥M.

Se trata de un corazón (ya no hablo metafóricamente: es un corazoncito de verdad) que no encuentra al amor de su vida, y cuando parece que sí... Bueno, para leer las primeras dos partes de esta historia, cliqueen aquí.

Si les gusta, vale recomendarlo. ¡Que se propague como la peste bubónica!